lunes, diciembre 07, 2009

Cruz Azul a la final


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¡Atención! Siguiente parada en... México

Distrito Federal, Todo puede ocurrir en una ciudad tan poblada como ésta. Incluso recibir invitaciones a ver una semifinal de futbol. Si bien no soy fan incondicional del balonpié, me gusta mucho practicarlo, jugarlo en los videojuegos y ver partidos importantes y los del ya muy esperado Mundial. En esta ocasión especial, visitaremos el Estadio Azul.

Me encontraba recibiendo los benditos alimentos matutinos, cuando recibí una llamada de mi amigo Alfonso. Como ya se imaginarán, su intención era que le acompañara al juego. Sin pensarlo un segundo asentí, y me preparé para salir. Se enfrentaba del bando local, el Cruz Azul contra los Monarcas del Morelia. Se disputaban el pase para pelear por el primer lugar del Torneo de Apertura del 2009, muy popular en México, es más, puedo decir que es el evento deportivo más visto por la gente; y la que más causa peleas.

Ustedes se preguntarán ¿Qué tiene que ver ésto con el tema del Blog? Bueno, es muy sencillo. Asistir a un evento de tal calaña, implica muchos procesos y actividades que demuestran la cultura de una comunidad plural y que, además, se encuentra rodeada de acontecimientos que marcan su vida diaria formando actitudes y percepciones de la realidad. Incluso, hay gente que no se pierde de ir a uno solo. Así que, ésta es mi justificación al "terrible acto" que cometeré Jaja.

Llegar al lugar en coche es una pesadilla, hay algomeraciones hasta en los tejados. Así que, como muchos, decidimos evitar el tráfico y buscar el estacionamiento de un supermercado. Después de una caminata, los puestos ambulantes de playeras, chamarras, gorras y un sin fin de afijes con el escudo de la escuadra celeste, son señal de la cercanía del pequeño coloso. Ya se siente la emoción disfrutando de los cantos y las porras, claro, junto con uno que otro gritón ofreciendo la foto del equipo y el cálido olor a sudor del sujeto de al lado.

Adentro, lo digo "Guau, estamos bien cerca" y por dentro me doy cuenta de que en realidad el lugar no es tan grande como me acordaba (Ya había asistido en dos ocasiones cuando era menor) ni siquiera la cancha. Es cierto, la televisión engaña a la vista. Es más, dan ganas de meterse a "Pambolear". Allí, en cada extremo se pueden ver a los grupos oficiales de apoyo rivalizando por ver quién tiene la mejor "batucada".

"¡Y arrrrancan!" Uno golpea la pelota al otro y la pasan por la banda hasta cruzarla. De un lado, el pase es para el señor de los refrescos, que anuncia su llegada; la cabecea al acomodador, que arrodilla al contrincante consiguiendo una buena propina. La de las "papitas" se cruza por las butacas y la pasa allá, a la muchacha de las donas; driblea como una experta hasta que se la piden gritándole "las piXassT" (Pizzas). Ésta recibe el balón, pero se encuentra con el de las fritangas, quien hábilmente consigue la atención. Hace una, dos maniobras y lo consigue. Uno, dos, tres clientes. Es increíble cómo consigue que su producto llegue a las manos de uno que está hasta la mitad del espacio. Fué irresistible nosotros también caímos y le compramos al Don y a la de las pizzas.

Apareció entonces el show del medio tiempo, una coreografía del grupo de porristas Las Celestes. Todas las miradas estaban sobre ellas. Después, era de suponerse, el espacio para burlarse de unos pobres hombres haciendo ridiculeces. Entonces lo percaté, el consumismo a su máxima expresión. Pude encontrar más de 9 formas de anunciar un producto. No puedo creerlo, vivimos rodeados de marcas y anuncios que buscan persuadirnos para gastar en ellos.

En la parte complementaria apareció un nuevo jugador, el de los capuccinos. Una táctica muy especial del Director Técnico, pues comenzaba a oscurecer y sería un buen remedio para el frio. Entonces, la decepción. Un gol del Morelia. Todo el estadio enmudeció. Aún así, duró poco, pues al minuto 13 cayó el primero subiendo los ánimos. Es increíble cómo el mismo edificio empuja a los asistentes a gritar y hacer buya. Escuchamos gritos por acá y acuyá. Por todos lados insultaban al pobre árbitro que, provocó el enojo de la afición, se lo merecía.

Cuando menos lo imaginaba, al minuto 20 entró el segundo y "¡Goooooool!" Cayó como gotas de lluvia un líquido espumoso de color amarillo...Habían aventado la cerveza (Y suerte que fué cerveza). La diversión no acababa, mientras que, los vendedores hicieron su día.

El resultado fué 2-1 favor la Máquina Azul, fué una experiencia muy buena y apasionante, sin embargo, preferiría un ambiente con menos mercadotecnia y más promoción al deporte. Pronto sabremos que tal les fué en la final ¿Ganarán el campeonato?



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