jueves, marzo 08, 2012

Estridente desolación

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Por: Aarón Arredondo
La temple de una vida en pleno vigor yace sin fuerzas frente al terror de la tristeza. Algo tan implacable que deja en el piso a cualquier alma eficaz y joven en plena temple. Un hecho que se da de muchas maneras, pero al final, el resulado es el mismo.

Años de espera, esperanza, esfuerzo y valentía se esfuman de un instante a otro. Ni el dinero, la fortuna o las pertenencias se van así. Incluso, pueden influir a que crezca el dolor, hacerlo más intenso y tumbarlo contra la pared.

Presencio la mirada de un espíritu sin sombra frente a un desolador destino. Un caminante  desvalido que como armas para defenderse ante una tierra hostil tiene valentía y curiosidad por el saber. Es alguien que lo dará todo por su sociedad y no esperará nada a cambio

No sirvieron las locuciones, perlocuciones, ilocuciones, alucinaciones, tensiones, permisiones, transliteraciones, traducciones, invitaciones, relaciones, ilusiones, mediaciones, evaluaciones, titulaciones ni abducciones. tampoco faltaron aquellos que se lucían de mirones. Nunca me entendiste.

El abatimiento aumenta al encontrar el verdadero concepto del arte. Una invención, imposición por los altos para orillar a los que tienen menos. A todos los que orillaron a vivir en el gueto ideológico. Nos hicieron convulsionarnos hasta tenernos en la anorexia cognoscitiva actual.

Me obligaron a creer que lo bello debe estar en los museos hasta que comprendí que está afuera, en la naturaleza, las ciudades, los pueblos, la identidad local fuera del universalismo impuesto por el régimen del canon institucional. Romper los es quemas es lo ideal.

"¡Que víva el mole de Guajolote!" decían quienes experimentaban con el sonido, el movimiento Estridentista, en la década de los 60 en México. Así de inusual, así de característico, así de informal. Una protesta frente al orden y el sistema. Lo que nos tiene oprimidos y vigilados por el poder a manos de muy pocos.

Como si estuviera promoviendo el posmodernismo. Increíblemente indignado por la suciedad que expulsa el publo. Ratas, cucarachas y pestes que nos inundan, nos ahogan y fallecemos lentamente "Al fin, el que no tranza, no avanza".

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