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Disfruta de esta especial de la Copa del Mundo Fifa Sudáfrica 2010
Johannesburgo, después de la ceremonia inaugural, se dió lugar a lo que esperaban todos. La patada inicial del partido. Para abrir el evento los anfitriones sudafricanos recibieron a México, comandado por el técnico Javier Aguirre, quien está al mando por segunda ocasión después de una mala actuación en 2002 en Corea - Japón.
Entraron ambos equipos. Con los sonidos de las tribunas al máximo. Con los nervios de punta. Con un contrincante al lado, con el que se conocerán más a fondo a lo largo de los 90 minutos. Con miles de espectadores en las bancas y otros miles de millones en casa. Con cámaras que seguirán sus movimientos segundo a segundo.
El tiempo pasa lento en la entrada, mientras los árbitros se preparan para salir. En la punta de los que vienen de negro, Torrado insistía en animar a sus compañeros. Del otro lado, todos con su chamarra, serios y esperando el momento para partir.
Al salir, aparecen los presidentes respectivos. Estrechan manos a los capitanes de ambos equipos y se forman para entonar los himnos nacionales. Detrás de ellos, el logo del "Fair play", juego justo, que siempre anuncia la Fifa.
En un segundo, todo el estadio se calla. El pie del jugador mexicano está en el brillante Jabulani. Respira hondo. Ve a los ojos de su compañero. Cierra los suyos. Pasa por su mente todo lo que un ser vivo se puede imaginar. Regresa en si. Se oye el pitido del árbitro. Patea por primera vez el balón y ¡Comienza el partido!
La selección de fútbol de Sudáfrica tiene una corta vida. Surgió en 1992 después de una larga época de disputa y racismo. Después de pasar el apartheid, y de más de 30 años de intentar entrar a la organización de la Fifa, el equipo libre de cualquier tipo de discriminación, fué aceptado. Ahora se pueden ver hombres negros y blancos formando un equipo y luchando mano a mano por la victoria.
En la fase de preparación para 2010, el director brasileño Carlos Alberto Parreira, los entrenó con los mejores. Así como lo hace Ronaldinho, Adriano y Kaká. Fué un gran tiempo de dedicación que se les dió a los Bafana Bafana, como les dicen de cariño los sudafricanos. Una palabra en Zulu que significa los muchachos.
Ántes de comenzar, todos se reúnen para tocar la cabeza de uno de sus jugadores: Steven Pienaar. Quizás sea cávala, o algúna tradición mística y religiosa. Pero aquello no le quita lo curioso.
Su apego al público es evidente. La población los adora y tiene esperanza en ellos, la cual, esperemos nunca acabe. Después de la anotación de Siphiewe Tshabalala, se reúnen para celebrarlo con un baile dirigido a las tribunas. Algo que nadie se lo esperaba.
Su técnica de juego. Después de verlos jugar contra México, me queda algo muy claro. Mis compatriotas jugaron mal. Les faltó definición, tuvieron muchas oportunidades y no aprobecharon más que una. Una forma lastimosa de aceptar la verdad y ver la falta de organización del equipo que se desgastaba una y otra vez sin ver resultados. Por otro lado, los de amarillo se veían concentrados y atentos.
Su principal arma es la velocidad. Supieron usarla de una excelente manera. Se quedaban quietos, viéndo los movimientos de México y al primer indicio de error, se lanzaban con todo al contragolpe. Una estrategia que funcionó de excelente manera.
Así comenzó el Mundial. Muy buen partido dieron ambos, dándo sus primeras cartas y alineaciones. México tiene una buena personalidad de ataque, y Sudáfrica es como los leones, espera pacientemente a su presa.
¡Uff! está que arde. Seguiremos viendo lo que nos traerá este bello evento. ¿Qué les gustó más del evento? Si alguien se merecía ganar ¿Quién hubiera sido?
Aquí les dejo un resumen de cómo estuvo.
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